sábado, 23 de agosto de 2008

La victoria Greyjoy. Juego de Tronos


El otro día tuvimos una partidita de Juego de Tronos, el juego de tablero, de unas 5 horas, ya se sabe la primera es más lenta, dicen.

A mi me tocó llevar a la pequeña y pacífica familia Greyjoy con sus fichas negras. Allí los pobres en su islita, intentando establecer unas cuantas ciudades estables en tierra firme. En verdad la familia empieza con muy pocos recursos, tiene la suerte de empezar con la espada. La pena es que el aciago destino hizo que el choque de tronos ( subasta de los objetos del Trono de hierro) tuviese lugar en el segundo turno. Así que se convirtió en un objeto ancestral que una vez estuvo en manos de la familia. Ninguno volvió jamás a estar en sus manos.

Así que mi pobre (económicamente) familia, sin ejércitos ni recursos llegó a una pequeña alianza con los Lanister (fichas rojas), de no agresión. Llegó a otra pseudo alianza con los Stark (fichas blancas) dividiéndose las tierras, de un modo muy desfavorable para mi familia, pero que le vamos a hacer:( cuando uno es débil, no puede exigir mucho.

Por otro lado los Baratheon ( fichas amarillas) y los Tyrel (fichas verdes) se aliaron en contra de los Lanister.

La partida se basó rápidamente en tablas en el sur y en un brote psicótico en el norte :). La familia Stark en los primeros turnos rompió el pseudo pacto, no ocupando las tierras asignadas en el reparto, sino las que le tocaba a mi familia... o intentándolo, porque su dos primeras ofensivas, fueron rechazadas.

Una vez hecho esto en el turno 2 o 3 ya se había plantado en la frontera con los Lanister y los Baratheon. Y entonces una vez allí, la familia fue presa de la psicosís paranoide. Grandes ejércitos amarillos, grandes ejércitos rojos, y allí la pequeña familia Greyjoy intentando ocupar algunas tierras vacías de ínfima importancia, algún barril suelto, sin poder soñar siquiera con conseguir algún día un castillo. Pero la fiebre Stark estalló. ¡Van atacarme! -gritó- ¡Miradlos ahí, pequeños, y negros, sin suministros ni ejércitos! ¡Temibles y peligrosos! Me atacará, me arrebatarán las ciudades y erradicaran a mi familia!!!!
Mis hombres se miraban atónitos y decían, como vamos a hacer eso, mi señor, ni siquiera tenemos a nadie a quien dejar.

Pero todo dió igual.... El miedo irracional de los Stark desembocó en la movilización de sus ejércitos, todas sus fuerzas se concentraron en arrebatarnos una de las ciudades que lindaban con sus recién conquistadas tierras. Fuimos masacrados, y preparó sus ejércitos para arrebatarnos nuestras tierras en la península y confinarnos en las islas.

Decidimos dejar caer la primera ciudad sin luchar y replegarnos al otro lado del puente. Los Stark no habían respetado el pacto ni un turno siquiera... Así pues decidimos no enfrentarnos a sus grandes ejércitos. Defenderíamos nuestra cala con los apoyos del mar y mandaríamos nuestras tropas en barcos hasta Hibernalia. Sus campesinos del norte habían sido totalmente olvidados por la locura de sus nobles. No habría paso intermedio, desde el mar, a la capital....

En ese turno atacó nuestras ciudades, los Baratheon impidieron que los barcos Stark apoyasen a sus tropas de tierra, que chocaron estrepitosamente con nuestra cuidada y férrea defensa. No contó con que las tablas del sur, solo podían romperse desde el norte.....

Su inestable mente perdió por varios turnos su objetivo y atacó a los Baratheon intentando arrebatarle su ciudad fronteriza, pretendiendo forjar así una alianza con lo Lanister. Si ésta funcionaba, nuestros aliados nos traicionarían y nos atacarían. ¡Forjaría una alianza por fin!

La locura de los Stark no les dejó ver más allá. Nuestra alianza con los Lanister, no les suponía ningún esfuerzo. Habíamos divido nuestras áreas de influencia y no necesitábamos dedicarnos siquiera apoyos el uno al otro. Mientras que una guerra entre nosotros habría sido el fin de los Lanister, porque los Stark no le servirían de ayuda y quedarían entre tres enemigos. Una alianza Baratheon, Tyrel y Greyjoy, le habría tenido rodeado y le habría destruido.

Pero los Stark, movidos por la ira atacaron a los Baratheon con la aprobación de los Lanister. Mas éstos tan solo le ofrecieron humo: "Si atacas y vences, nosotros permitiremos que te quedes con esa ciudad y no te atacaremos". El Stark vió allí una alianza más allá de lo que había. Nuestra alianza con los Lanister, seguiría en pie.
No consiguió su propósito y tuvo que retroceder con su ejército diezmado.

La ira y el miedo se había hecho aún mayor... había atacado a los Baratheon sin éxito y eso les conduciría a vengarse. Movilizó sus barcos para defender la frontera, para atacar, para apoyar a sus diezmados ejércitos, esperando la ira de su enemigo....

Más éste, nunca atacó, Los Strak no eran nada para ellos, luchaban en una guerra más importante.

De mientras, nuestros barcos tomaron el mar del norte y nuestras tropas entraron en Hibernalia. Podríamos haber tomado más ciudades del Norte. Pero jamás pretendimos tener más de lo necesario, jamás pretendimos dominar la península. El honor nos había obligado a un acto glorioso de venganza.
Como dije, los Stark en su locura habían abandonado el norte... no recuerdo si quiera si quedaba un pequeño ejército de infantería....

Recuperamos la ciudad al otro lado del puente y tomamos otra ciudad Stark. El cuello que separa nuestras tierras era nuestro, y desde su capital avanzaríamos a por sus castillos. Sabíamos que no podrímos mantener Hiberalia y nos preparamos para perderla, esperando delibitar sus ejércitos en la maniobra y poder ocupar otras más útiles.

El tiempo se acababa, era el último turno para tomar el trono. Los Baratheon, tenían 5 ciudades, los Stark de cinco, en su locura se quedaron con 2.... Y al temer ser totalmente destruidos por los Baratheon, decidieron terminar sus días recuperando Hiberalia.

Mis éjrecitos apretaron los dientes, formaron una linea defensiva y esperaron el típico ataque de los Stark. No se hizo esperar. Su táctica cobarde se repitió. Movilizó todo su ejército al norte, sus barcos, todas las ciudades adyacentes a su capital, el grueso de su ejército.... y cargó. En la capital solo un ejercito de caballería Greyjoy y mis barcos, por si había posibilidad, pero en realidad, tan solo estaban para asustar.... No malgasté ni un soldado, ni un comandante capaz ... y nos movimos a otra ciudad.

Desde allí lanzamos un ataque relámpago (sin ánimo de éxito), esperando que si el sol nos sonreía, el azar nos hubiese colocado en el trono. Nos quedaban 4 ciudades, los Baratheon,tenían 5. El ejército que defendió la capital, tumbado, solo podía encargarse de la ocupación, y el ejército fresco que teníamos acantonado, atacó. Los Stark estaban debilitados, pero sus barcos estaban completos, y nos rechazaron.

Cuatro ciudades.... ¡más de las que soñábamos haber conseguido jamás!
Cuatro castillos alzándose al cielo.
Miré a mis consejeros y pensé en mis aliados. Me levanté y fui despacio hasta la ventana del castillo. Recé y di la orden a mis tropas de Tierra.

Mi familia es prudente: si hubiese mantenido Hibernalia... Tendría 5 y mi ataque relámpago me habría dado 6, El Trono sería mío. Pero esos fracasos, estaban asumidos.

Ahora tengo 4 ciudades, pero 5 me subirían al Trono por mi posición en la linea de sucesión.... Algunos Lanister morirán por esto... pero sé que se sentirá orgulloso de mi. Su enemigo no ocupará el trono. Y mi traición nos dará la victoria.

Mis ejércitos se agruparon en la frontera con los Lanister y atacaron, su ciudad no ofreció demasiada resistencia... y ganamos.

Y esta es la historia de como yo, La señora de los Greyjoy me siento hoy en el Trono.

4 comentarios:

Gad dijo...

No me lo he leído entero porque por Dios cuantas blasfemias, leete los libros ya!

Y eso de pacto? A eso lo llamas negociar? Quitate tu que me pongo yo! Juas

PD: Es Invernalia, no Hibernalia.

Shoujiko dijo...

ja ja. Veo que al Stark le duele la derrota tras ser el favorito para el trono y sus maniobras en la corte, ja ja ja.

Y debes distinguir entre el libro y el juego de mesa, en este, no hay un narrador arbitrario que te de la victoria.ja ja.Cada uno ha de luchar por lo que quiere...

Ah la locura del derrotado que clama al cielo en busca de consuelo.... siempre el derrotada intenta injuriar al vencido....

Y agradezco a su señora (Gad) que atacase y nos condujese a la guerra que nos ha sentado en el trono :)

Pd:por lo menos recuerdas como se llamaba tu capital :)

Gad dijo...

Ya lo entiendo, será que estuvo tan poco tiempo en tu poder que por eso no te acuerdas ni del nombre :P

Shoujiko dijo...

es lo que tiene jugar cuando te toca el mapa del revés:)