domingo, 10 de agosto de 2008

Solaris


Hace poco, después de mucho tiempo detrás de ella, me animé a ver Solaris porque la pillé en la tele en uno de mis zappings en busca en algo digno en el que dejar el televisor sintonizado :)

Su tempo es lento pero necesario, recurso imprescindible a mi parecer cuando plasmas la vida en el espacio. Horas y horas que se suceden en una estancia prácticamente semi vacía, donde los protagonistas se enfrentan a sí mismos, a su mente y a una situación a la que no saben como enfrentarse.

La situación, es un plantemiento de ciencia ficción: Solaris, el cuerpo celeste protagonista, con carácterísticas que nos son totalmente desconocidas . Alrededor de la misión para su estudio, se dibuja la trama como respuesta a la interacción mutua.

La mente. Un tema recurrente para nosotros. Los protagonistas se enfrentan al confinamiento, al aislamiento social de estar alejados del planeta natal, y de los seres queridos. Eso genera respuestas emocionales en las personas como: depresión, ansiedad, estress como los menos graves... Esto es algo de sobra conocido.

Pero lo que realmente plantea y nos preocupa, es la paradoja: para discernir que es real y que no, y nuestro estado emocional y mental, usamos como herramienta de diagnóstico nuestra propia mente, pero para determinar el daño originado en nuestro cerebro, y por tanto su capacidad como elemento diagnosticador, necesitamos hacer un exámen con el mismo cerebro que estamos sometiendo a exámen. ..

Y por último, ellos mismos. En un entorno semejante, los protagonistas se enfrentan a sí mismos, a sus traumas, a sus decisiones y se ven obligados por su propia mente a zanjar sus asuntos pendientes....

Lo desconocido, la inseguiridad, y los miedos, arrojados a la cara de los protagonistas sin ningún lugar al que poder huir.

Si no temes al tempo lento y a que tu cabeza trabaje, es un viaje que merece la pena :)

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