Con todo el tema de la "crisis económica", la fata de pelas, la crisis del petróleo, el golpetazo del gobierno a nuestras renovables... y mil cosas más, la cabeza me da vueltas y vueltas... Salen dudas y soluciones para la economía doméstica... etc. Obviamente todo pasa por ajustar la mentalidad que puedes tener en años de bonanza, en los que puedes ser más despreocupada o tal vez de forma irremediable lo eres porque el viento te lleva en esa dirección como embobada y ni te resistes.
De todo, esta vez quería centrarme en ¿que me hizo en su momento encontrarme ahora con tantos dispositivos electrónicos? El razonamiento para la compra en su momento fue lógica. Lo afirmo desde mi creencia de que no compro cosas que superen los 60 euros sin darle mil vueltas. Admito que también es cierto que pasé de una época de "amor loco" por el mundo analógico, al trabajo en el mundo digital, y después ha vuelto a tomar fuerza mi antiguo amor. Pero volvamos al punto principal.
- El ordenador de sobremesa, bien conocido como el "cabezón" (soy de la generación de los monitores de tubo) compartió tiempo con el portátil hasta que el primero murió y ya ninguno más de su tipo volvió a entrar en casa. La pelea entre Mac y Windows hizo que cohabitasen 2 portátiles de distintos sistemas operativos para campos diferentes (sí, sí. Ahora ya sé lo de la máquina virtual).
- Del reproductor de música básico pasamos al Itouch de X gigas que además de la música me permite tener aplicaciones, juegos, conexión a internet vía wifi, cámara de fotos...(no hablemos de las cámaras digitales compactas que casi todos tenemos antes de que se incluyesen en otros dispositivos)
- Del teléfono móvil al Smartphone que te permite tener tarifa de datos además de la vía wifi, las aplicaciones, los juegos, cámara de fotos... (empezamos a ver repeticiones ¿verdad?). De aquí solo uso los datos de forma regular para el Whatsapp y el Instagram; y por otro lado la cámara digial. No, no juego, no llevo música, apenas navego....(no voy a contaros mis problemas con los modelos, las memorias o lo que sea)
- El ebook fue una apuesta por el espacio. Mis estanterías están llenas de maravillosos libros en espléndido papel... :) Seguir comprando libros nos habría llevado a salir de casa y eso que ya he hecho "limpieza" regalando algunos (unos de los cuáles recibiría con los brazos abiertos de nuevo). El espacio no ha crecido pero la compra de libros electrónicos es muy baja. Pagar prácticamente el mismo importe sin poder tocarlo y disfrutar de las sensaciones que da un libro físico hace que no lo use demasiado. Aunque agradezco sinceramento no llevar un kilo de papel en el bolso cuando quiero leer fuera :). Por cieto también tiene wifi para navegar por internet...
- La tablet. Juro y perjuro que le dí vueltas. No quedarte ciega con el tamaño de la pantalla del Itouch, poder ver las series etc...y poder utilizar aplicaciones para el trabajo sin tener que cargar con el portátil que pesa demasiado y se ha convertido en el ordenador dómestico que solo sale si me voy de viaje.
Pues sí me he despertado con todo este número de dispositivos a mi alrededor, haciendo cola para conectarse a la red y poder cargarse (no hablemos de cuánto duran las baterías). Y realmente cada uno se usa o lo uso para una cosa o dos específicas porque en las otras o cojean o no me siento agusto. No hay que olvidar que además de cargar sus baterías hay que configurarlos, descargar las aplicaciones, meterles los ficheros etc..
Pues bien, ahí está el tema de mi reflexión. El cambio de mentalidad pasa por volver a una vida más "simple". Y no hablo de renunciar a la tecnología sino de quedarte sólo con algunos de los dispositivos. Los actuales morirán (están aguantando como campeones, eso me alegra) y entonces deberé centrarme y pensar que no debería repetir con algunos de ellos aunque los que perduren no puedan cubrir cada pequeña mal llamada "necesidad".
Y esta es una de mis pequeñas aportaciones a la economía doméstica: menos consumo electrónico (más dinero en la cuenta), menos consumo energético (pequeño lo sé) y aunque parezca mentira, más paz mental...
Esta idea de simplificar intentaré llevarla a otros aspectos de la vida doméstica y otros, y puede que tal vez también os haga pensarlo mejor la próxima vez que vayáis a comprar otro dispositivo que añadir a vuestra larga lista... que no soy la única :P